Publicaciones literarias

A principios de 2006 la Fundación Barenboim-Said editó, en colaboración con la editorial israelí Am Oved Publishing Co., la traducción al hebreo de la obra de Edward Said y Daniel Barenboim Paralelismos y Paradojas: Reflexiones sobre Música y Sociedad.

Esta obra no había sido traducida nunca al hebreo, por lo que su publicación por parte de la Fundación y Am Oved supone un paso más para dar a conocer en Israel este libro escrito conjuntamente por el músico Daniel Barenboim y el intelectual Edward Said.

En él se transcriben conversaciones entre ambos donde tratan, entre otras cuestiones, las diferencias entre la escritura de prosa y la de música, de políticos que tratan de llegar a acuerdos y de artistas que sólo se comprometen con su arte y, sobre todo, del poder de la cultura para ir más allá de las barreras nacionales y las diferencias políticas.

Edward W. Said enmarca este libro entre la aspiración del Humanismo de hallar los rasgos que caracterizan lo específicamente humano y el anhelo de reflexionar sobre todo lo humano.

Según él, lo que mejor conocemos es lo que creamos nosotros mismos y el autoconocimiento posee una categoría especial. Un autoconocimiento hecho de autocrítica, comprendiendo esta última como la recepción de la filología y tradición y la resistencia a las mismas.

¿Qué relación guarda la preocupación por todo lo humano con la capacidad para la autocrítica? El “otro” es la fuente y el recurso principal para una comprensión mejor y más crítica del “yo”. Mientras no comprendamos la importancia de la autocrítica, el humanismo y las humanidades seguirán devaluándose.

Tal y como señala en el prólogo Akeel Bilgrami “no existe defensa más erudita y noble del multiculturalismo que la que se presenta en este libro”.

En este libro (seis magistrales conferencias del ciclo Reith, que inició, en 1948, Bertrand Russell) se analiza la importancia de la visión ética y la lucha contra la arbitrariedad del poder por parte de los intelectuales en nuestro tiempo.

Según el autor, el mundo está demasiado entremezclado como para que existan categorías reduccionistas limitadoras del pensamiento y de la comunicación. Precisamente, una de las tareas del intelectual consiste en romper estas ficciones y estereotipos. El intelectual debe defender las verdades sin tener en cuenta su militancia. Sin embargo, el silencio oportunista y el patriotismo fanfarrón pueden desfigurar fácilmente la actuación del intelectual.

Edward W. Said cree en “un papel público del intelectual como francotirador, amateur y perturbador del statu quo”. Ante la inexistencia de reglas que permitan a los intelectuales saber qué tienen que hacer, su principal deber consiste en buscar la independencia relativa frente a las presiones de los profesionales que moldean la opinión pública. De ahí que Said describa al intelectual como “exiliado y marginal, como aficionado y como el autor de un lenguaje que se esfuerza por decirle la verdad al poder”.

El intelectual muestra una situación deteriorada mediante su erudición implacable y su sentido de la rebeldía. Un testimonio que lo relega a la soledad; destino que es preferible a dejar que las cosas sigan imperiosamente su curso.

Para Edward W. Said, la música, al igual que la literatura, se practica en un ambiente social y cultural, y se concibe como un arte cuya existencia se basa en una interpretación, recepción o producción individual.

No solo resulta innegable el continuo intercambio entre la música y la teoría interpretativa general, sino que entendiendo la música como una actividad que tiene lugar en un entorno cultural y social, su estudio puede ser aún más interesante. Dicho de otro modo, los papeles que interpreta la música en la sociedad occidental rebasan, con creces, la actitud profesional, académica, enclaustrada y antiséptica que parece caracterizarla.

Ensayo sobre música y sociedad, meditación sobre diferentes movimientos artísticos y sus influencias, Elaboraciones musicales es una invitación a comprender la música clásica y una aproximación, de la mano de un maestro, a entender la creación como expresión de lo real.